No puedo parar: Adicción a internet

En las tutorías de 3º de ESO trabajaremos la adicción a internet y las pantallas y es que el uso de Internet ha modificado los hábitos de las personas en general y de los adolescentes en particular.

El tiempo dedicado al uso de las TIC ha aumentado debido entre otras cosas a la disponibilidad de teléfonos móviles con acceso a Internet, cada vez en edades más tempranas. El 92% de los menores de 10 a 15 años son usuarios de Internet (INE 2014) y se conectan a esta red para acceder a redes sociales, hacer uso de la mensajería, escuchar música, “navegar”, jugar, publicar vídeos y fotos...

Además del buen o mal uso de la información en la red, debemos diferenciar
entre un uso moderado y un uso problemático: Adicción, uso compulsivo,
patológico, excesivo, dependencia, suelen ser términos difíciles de definir.
Sin embargo, muchos padres, madres y educadores manifiestan su
preocupación por la dificultad de muchos menores para desconectarse de
Internet.

Según Antonio Rial Boubeta y colaboradores de la Universidad de Santiago
de Compostela y de la Universidad de Vigo podría empezar a considerarse
un uso problemático si se conectan todos los días, más de cinco horas y
refieren discusiones frecuentes con sus padres por este motivo.

Según Labrador, F. y colaboradores de las Universidades de Complutense de
Madrid y de Santiago de Compostela, este tiempo de dedicación a Internet se
ha detraído de realizar actividades como pasear, estudiar, jugar con amigos,
conversar, descansar más tiempo, etc., que se consideran importantes. “Los
jóvenes y adolescentes ya no dedican su tiempo a lo que lo dedicaban sus
padres, o a lo que éstos esperan a partir de su propia experiencia. Por otro
lado, algunas de las características del uso de las nuevas tecnologías, como
exigir atención y dedicación casi exclusiva, poder realizarse en todo tiempo
y lugar, facilitar formas alternativas y solitarias de entretenimiento y disfrute
del ocio, etc., llaman la atención y causan cierto temor o alarma social, en
especial al constatarse estos efectos entre jóvenes y adolescentes.”

Como herramienta motivacional para provocar el debate y la reflexión en el
aula el Ayuntamiento de Alicante ha creado una canción y un videoclip cuyo contenido versa sobre esta realidad: “No puedo parar”.