A fin de promocionar la segunda temporada de su serie "Por trece razones" la plataforma Netflix ha reunido a 20 adolescentes en una clase y les ha pedido, entre otras cosas, escribir en la pizarra los insultos más comunes que se escuchan en clase. El resultado, desalentador pero nada sorprendente, es que todos ellos habían recibido insultos de un tipo u otro.
Curiosamente, algo similar realicé yo en mi tutoría hace no mucho y los resultados fueron muy parecidos. Los alumnos asumen que son cosas que se dicen entre amigos.
Y precisamente esta es la razón de nuestro proyecto: "21 días hablando bonito"
Podéis ver el vídeo del experimento aquí:
Según este artículo de "El País":
El 71,1% de los menores españoles reciben acoso en forma de insultos u ofensas de palabra como los que se ven en este experimento, según los datos de la Fundación ANAR, y el 51% ha sufrido alguna vez un acoso físico fuerte, como golpes. Unos datos descorazonadores si se tienen en cuenta que aquel alumno tenía razón: hay quienes quedan marcados de por vida. El acoso escolar deja más secuelas que el maltrato por parte de los adultos, según un estudio publicado en The Lancet Psychatry.
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